CAMBIO CLIMÁTICO: La huella ecológica es un indicador del «área de territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población dada con un modo de vida específico de forma indefinida».
Su objetivo fundamental consiste en evaluar el impacto sobre el planeta de un determinado modo o forma de vida y, consecuentemente, su grado de sostenibilidad.
Desde un punto de vista global se ha estimado en 1,7 hectáreas la biocapacidad del planeta por cada habitante. A día de HOY el consumo medio por habitante y año es de 2,8 hectáreas, por lo que a nivel global, estamos consumiendo más recursos y generando más residuos de los que el planeta puede generar y admitir.
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